D2 Autocuidado: Cuidarse para poder cuidar a otros

Cuidar del bienestar de los otros, es una actividad complicada que requiere habilidades como la empatía, la paciencia, dedicación y esfuerzo, tanto físico como psicológico. El resultado para quienes la desempeñan es frecuentemente el cansancio y a menudo, las enfermedades directamente relacionadas con su profesión.

El cuidado que nos damos a nosotros mismos se expresa en una serie de aspectos, desde los hábitos de alimentación e higiene, la búsqueda de un tiempo propio, hasta las actitudes ante el riesgo.


El cuidado de uno mismo es condición para el cuidado de los otros.



Exceso de confianza

Esto se refiere al exceso de confianza que prevalece en cada agente, esto hace que se deposite en los parientes o amigos cercanos, secretos que ninguna persona debiera de conocer; hay un sentimiento o complejo psicológico muy humano, pero peligroso, por ello el agente de seguridad desea compartir con otros su conocimiento sobre aspectos importantes de su puesto de servicio. Estos son sin duda, medios muy rápidos para producir situaciones de inseguridad.

La vanagloria

Se considera como grave riesgo para la seguridad, pues no es más que la satisfacción personal o egocéntrica de pretender demostrar, que se es más importante de lo que en realidad se es. Generalmente este error lo cometen aquellas personas que se consideran seguras en su puesto, como algo insustituible, pues siempre están muy cerca del jefe superior y por lo tanto siempre confían en que en ningún momento perderán su posición.

El orgullo

Resulta un riesgo para la seguridad al querer imponer un criterio abusando de su poder. Este riesgo lo constituye generalmente una persona que comanda un grupo, es decir que tiene a su cargo un grupo de subalternos, esto muchas veces hace que esté muy cerca de los ejecutivos y por lo regular siempre se dirige a los demás con tono impetuoso en presencia de personas ajenas al grupo que lo escuchan y lo ven actuar. Muchas veces, para hacerse respetar o sobreponerse ante los demás, crea supuestas disposiciones que hacen mantener en intranquilidad y zozobra al resto del personal.

Descuido en el servicio

El descuido no deja de tener su importancia entre los riesgos que nos ocupan, las personas por ignorancia suelen expresarse con facilidad.El que obra por descuido no es indiscreto con mala intención, ni por causar daño a sabiendas, en ningún momento prevé las consecuencias ni aprecia el significado de sus expresiones; lo hace por desconocimiento del mal que causa y sólo por el afán de entablar conversación con sus amistades u otras personas y de esa manera ganarse la simpatía de las personas de su grupo.

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